Una vez pensé que lo tenía todo, que sabía todo lo que necesitaba saber y
que tenía el amor de mi vida al lado mío. Todo corría bien hasta que me di
cuenta...que estaba equivocado.
No tenía nada, no sabía nada y estaba absolutamente equivocado; ella no me
amaba... Tuve que darme cuenta que el secreto no está en tenerlo todo, sino en
tener lo necesario, saber lo necesario y en el amor, bueno, hay todavía estamos
luchando.
Muchas veces creemos que tenemos el amor de frente, sino más bien se vuelve
un engaño con vanidosas intensiones; descubre que todo fue iluso, egoístamente
comienzas a creer pero como un mal perdedor comienzas a negar; la vida es así
muchas veces, se revisten en forma de corazón cuando su alma está sucia y
podrida.
Entonces descubres que estaba más cerca de ti, más cerca de lo que pensaba,
aguardando en silencio una forma tan sutil y pura de amor, y las circunstancias
se la juega para desapartar lo que Dios tiene solo para ti.
La vida es imprecisa, inconstante, impredecible; siendo en si el más bello
error del universo y la misma creación esta misma se manifiesta muchas veces,
en un simple desacierto.
miércoles, 10 de julio de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario